El Tiempo

 

La gente nunca puede predecir cuándo vendrán tiempos difíciles. Como los peces en la red o los pájaros en la trampa, la gente queda atrapada por tragedias repentinas. Eclesiastés 9:12.


A finales del 2019 y principios del 2020 la mayoría de nosotros, o si no todos, teníamos planes a futuro, como: viajes, algún emprendimiento y otras cosas más. Sin embargo, vino algo que no esperábamos y nos cambió todo por completo, no solo a una persona, un país, ni al más rico o pobre, ni a los creyentes o no creyentes, fue a todos en general que nos dio un giro de 180°. Nuestros viajes se tuvieron que cancelar, el emprendimiento que se tenía pensado se tuvo que ver pausado. Tuvimos que cambiar nuestra forma de vivir y de interactuar con otros, sin embargo, a pesar de que a todos nos afectó, hubo personas más afectadas que otras, material, física y mentalmente hablado. No obstante, muchos de ellos tenían algo claro “…que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” Romanos 8:28.

Donde quiero llegar con todo esto, es que por más que nosotros tengamos planes, sueños para nuestro futuro, el que tiene la última palabra siempre será Dios. Por eso siempre que queramos o anhelemos algo tenemos que consultarlo primero para asegurarnos que esté en los planes de Él.

Y quiero que tengan algo presente, siempre que nos pase algo, ya sea bueno o malo, es con un propósito para nuestras vidas. Muchas veces no lo vamos a entender en su momento, como es esto del COVID, pero más adelante veremos el propósito de Dios en nuestras vidas.

Recuerda que Dios siempre va a querer lo mejor para su vida y quiere que todo vaya marchando con éxito, pero ese éxito solo lo podemos ver y encontrar si nos entregamos al 100% y ponemos toda nuestra confianza en Él.


Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.  Jeremías 29:11


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