Ciudades de Refugio
¿Sabes cuáles son las ciudades de refugio que menciona la Biblia y cuál era su función? Bueno, en algunos libros del Antiguo Testamento como Deuteronomio, Números y Josué, son mencionadas dichas ciudades.
De las que, Moisés apartó tres ciudades al oriente del
Jordán, las cuales eran: Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para
los rubenitas; Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los
Manasés (Dt 4:41-43). Y al oeste del Jordán se encontraban, Cedes en Galilea,
en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es
Hebrón) en el monte de Judá (Jos 20:7).
La función de estas ciudades era convertirse en un
asilo para aquellas personas que habían cometido un homicidio accidental; tal
como lo menciona Josué 20:1-6:
Habló Jehová a Josué, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de
refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés, 3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por
accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la
sangre. 4 Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará
a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de
aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán
lugar para que habite con ellos. 5 Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano
al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él
ninguna enemistad antes. 6 Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante
de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel
tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad
de donde huyó.
Estas ciudades eran solo para aquellas personas que
cometían un homicidio accidental; los
asesinos premeditados eran ejecutados de inmediato.
Tal vez usted se pregunte, ¿Qué tiene que ver esto
conmigo?, Bueno con todo este contexto, nuestra realidad es totalmente
distinta, ya nosotros no tenemos que correr a una ciudad a esperar un juicio, o
escondernos por temor. Sino que Jehová es nuestra ciudad de refugio, Él es el
único lugar seguro, donde a pesar de cualquier situación que estemos
presentando, Él nos guardará bajo la sombra de sus alas.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás
seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
-Salmo 91:4´
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