Dios no nos abandona en la prueba
Muchas veces cuando atravesamos una prueba solemos fijar nuestros ojos y mente en lo momentáneo, en el problema o adversidad que estamos enfrentando y se nos complica ver más allá de la crisis, poder ver el final de esa prueba. Esto genera que nuestro temor y preocupación crezcan, e incluso nos pueden hacer sentir solos, abandonados e insignificantes.
Sin embargo, Dios nos dice a través de su Palabra
algo totalmente contrario. Él está siempre cercano a aquel que le llama, Él
tiene cuidado de nosotros en todo tiempo, y nada sucede sin que Él lo
conozca.
“Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmos 46:1
El versículo anterior demuestra que Dios es nuestro
cuidador, nuestro refugio. Él es nuestro lugar seguro. Indistintamente de la
prueba que afrontemos Él sigue siendo superior a ella.
Ahora, ¿Cómo creo esto en medio de la prueba, cuando
las cosas parecen no tener fin? Hacer a Dios nuestro refugio siempre será una bendición,
pero nos cuesta porque siempre queremos ser capaces de controlar todo a nuestro
alrededor. La Biblia nos enseña lo siguiente:
“Esto lo hacemos al
fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.
Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la
vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto
al trono de Dios.” Hebreos 12:2
Fijar nuestros ojos en Jesús representa el negarme a
mí mismo (a), establecer a Jesús como mi prioridad y objetivo. Confiar en que
Él tiene el control tanto de cada gran situación como hasta de los pequeños
detalles. Y
saber que Dios no nos abandona durante las pruebas, Él es fiel y justo,
lleno de misericordia y amor.
En muchos casos de la Biblia podemos ver como Dios
estuvo durante cada prueba que sus hijos debían atravesar. Les invito a que
estudien la historia de José (a partir de Génesis 37) y el libro de Daniel,
allí podrá apreciar la infinita fidelidad de Dios aún durante tiempos
difíciles.
Deseo aprovechar esta oportunidad para recordarle
que sin importar la situación que usted pueda estar viviendo, Dios puede ser su
refugio y lugar seguro, solo fije sus ojos en Él, desenfóquese de sus
preocupaciones y vea a aquel que ha estado siempre dispuesto a ayudarnos a
pasar cualquier prueba.
¡Que Dios le
bendiga!
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