¿Arcilla o Mantequilla?

Hace un tiempo hablaba con un compañero de la universidad acerca de Jesús, él me comentaba que nunca ha creído en las iglesias o la religión porque para él son un invento del ser humano…

Hago énfasis en la palabra anterior porque muchas personas hoy en día piensan lo mismo, pero cuando hablamos de Jesús no estamos hablando de religión, sino de una relación.

Anteriormente, en este blog, hemos hablado de la credibilidad de la Biblia y la vida de Jesús, y aunque existen muchas pruebas más, muchas personas se niegan a creer y endurecen su corazón. Luego de tener la conversación con mi compañero, hablaba con un amigo de historias en la Biblia de personas que, aunque convivieron con Jesús y hasta lo vieron hacer milagros, tristemente decidieron no creer, mi amigo me lo ejemplificaba con la mantequilla y la arcilla, si ponemos ambos al sol, la mantequilla se va a derretir y la arcilla endurecer, porque, aunque los dos materiales recibieron el mismo calor, la composición de cada uno era distinta por lo tanto su reacción también. Entonces, aunque toda la información esté a nuestro alcance ¿con qué actitud estoy yo leyendo y escuchando del Señor? ¿Estoy dispuesto a tener una relación con Dios? Ojalá podamos meditar en estas preguntas y examinar nuestro corazón. 

“» Sométete a Dios; ponte en paz con él,

    y volverá a ti la prosperidad.

Acepta la enseñanza que mana de su boca;

    ¡grábate sus palabras en el corazón!

 Si te vuelves al Todopoderoso

    y alejas de tu casa la maldad,

    serás del todo restaurado;

2si tu oro refinado[a] lo arrojas por el suelo,

    entre rocas y cañadas,

 tendrás por oro al Todopoderoso,

    y será él para ti como plata refinada.

 En el Todopoderoso te deleitarás;

    ante Dios levantarás tu rostro.

Cuando ores, él te escuchará,

    y tú le cumplirás tus votos.”

Job 22:22-27

 


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