Nuestro carácter más como el de Jesús

 Cuando empezamos a leer el evangelio, en este caso Mateo, podemos aprender acerca de la vida de Jesús, pero ¿Qué tanta atención préstamos a sus palabras? Siendo Él quien murió por usted y por mí, quien se despojó de todo y tomó la posición de siervo, como lo dice Filipenses 2:7, si comprendemos el amor tan grande que Él tiene por cada uno de nosotros, nuestro anhelo debería ser conocerlo y parecernos a Él día con día.

Al leer Mateo 5, podemos observar a Jesús enseñando;

3 «Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él,

    porque el reino del cielo les pertenece.

4 Dios bendice a los que lloran,

    porque serán consolados.

5 Dios bendice a los que son humildes,

    porque heredarán toda la tierra.

6 Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia,

    porque serán saciados.

7 Dios bendice a los compasivos,

    porque serán tratados con compasión.

8 Dios bendice a los que tienen corazón puro,

    porque ellos verán a Dios.

9 Dios bendice a los que procuran la paz,

    porque serán llamados hijos de Dios.

10 Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto,

    porque el reino del cielo les pertenece.

Las palabras que resaltan son características y acciones a las cuales Jesús les presta suma importancia, porque añadió bendición a cada una de ellas, si nos examinamos ¿Cuántas de estas están presentes en nuestras vidas? Porque, aunque ninguno de nosotros es perfecto, Él quiere que busquemos esa perfección “Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto” Mateo 5:48

Y podemos alegrarnos en esto, porque Él mismo trabaja en nosotros para perfeccionarnos, Él siempre está dispuesto y lo único que pide de nosotros es un corazón que lo anhele a Él para ser enseñados.

“Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.” Mateo 11:29