"Dominio del Espíritu Santo en nuestras vidas" Parte 1
¿Quién es el Espíritu Santo?
No es una fuerza energía cualquiera, es la tercera persona de la Trinidad, compuesta por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, el cual mora en el corazón del creyente que le ha permitido entrar a su vida y ayuda o capacita al creyente para cumplir la obra del Señor en la tierra y vivir bajo su propósito.
Nos lo dejo luego de que resucitó y lo podemos observar en Hechos 1:8
¨Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.¨
Aunque el Señor como hombre no estaría más entre nosotros físicamente nos dejó al Espíritu Santo para estar con cada uno de sus hijos para capacitarno ayudarnos a vivir bajo su propósito.
La labor del Espíritu Santo es ayudarnos y guiarnos a lo largo de nuestras vidas siendo:
Un consolador que nos acompaña y nos enseña
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. (Juan 16:7)
Convenciéndonos de pecado, justicia y juicio
Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
(Juan 16:8-11)
Guiándonos a verdad
Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.
(Juan 16:13)
Nos hace sus hijos
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
(Romanos 8:15-16)
Nos libera
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. ¨
(Romanos 8:12)
El Espíritu Santo es quien domina nuestras vidas cuando dejamos que Él entre en ella así que permitamos que Él nos guie y nos diga que hacer, dónde y cómo hacerlo.
La próxima semana estaremos estudiando más sobre el dominio del Espíritu Santo en nuestra vida.
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