El Discurso de Juan el Bautista

 

¿Alguna vez has escuchado hablar de discursos que han plasmado la historia, por ejemplo “I have a Dream” de Martin Luther King?  este discurso tenía como objetivo denunciar el conflicto racial que hubo por años en Estados Unidos, este discurso le dio la vuelta al mundo y hasta el día de hoy lo sigue haciendo, pero en esta ocasión les quiero hablar acerca del discurso de Juan el Bautista, cuyo mensaje también plasmó en su época y lo sigue haciendo.

Para comprender la misión de Juan, hay que saber que durante siglos el pueblo de Dios estuvo esperando a la persona que anunciara al Mesías prometido y esta persona sería Juan.

“Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.

 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.” Lucas 1:16-17

Sin embargo, el discurso de Juan podríamos considerado “duro” de escuchar, él llamaba al arrepentimiento y al mismo tiempo denunciaba a la élite religiosa de su época, a quienes llamó Generación de víboras, ya que ellos iban solamente a estropear a el mensaje de Juan.

“2 Decía: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca…

7 les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién les dijo que podrán escapar del castigo que se acerca? 8 Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento. 9 No piensen que podrán alegar: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham. 10 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.

11 »Yo los bautizo a ustedes con[b] agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego."  Mateo 3:2-11

A pesar de este mensaje que llamaba al arrepentimiento, las personas iban de todos lugares a escucharlo; “salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.” Mateo 3:5-6

Imaginemos esto por un segundo, las personas dejaban su comodidad y recorrían largas distancias para escuchar este mensaje, pero ¿por qué?

Porque cuando hablamos de arrepentimiento, es alejarse de la religiosidad, anhelar tener una relación cercana con Dios, dejando todo aquello que me aparta de Él para buscar su favor en todo lo que haga.

“Arrepentimiento no es modificar unas que otras convicciones, sino darte cuenta de que toda tu interpretación de la realidad: Dios, tú mismo, tu relación con Dios y el mundo, está equivocada. No es volver al camino “recto y estrecho”, después de haberte desviado un poco por el camino trillado, sino reconocer ante Dios que no estás, y nunca has estado en las inmediaciones…Renuncias al derecho a determinar por ti mismo lo que crees y cómo vivirás” (Horton, 211)

Estas personas entendieron el mensaje de Juan, entendieron su condición y entendieron quién es Dios y lo que podía hacer.

“Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz;

Y por ello te vendrá bien.

Toma ahora la ley de su boca,

Y pon sus palabras en tu corazón.

Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado;

Alejarás de tu tienda la aflicción” 

Job 22:21-23