Los frutos del Espíritu Santo
Los frutos del Espíritu Santo son las virtudes que todos los cristianos debemos de tener y poner en práctica diariamente con las demás personas. Se encuentra en Gálatas 5: 22-23 y dice así:
¨Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley"
Y que significa cada uno:
1. Amor: Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno. Según la Biblia amor significa sacrificio (Juan 3:16), amar a los enemigos (Lucas 6:35), conocer a Dios (1 Juan 4:8), amar al prójimo (Juan 15:12)
2. Gozo: Emoción intensa y placentera causada por algo que gusta mucho.
3. Paz: Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas.
4. Paciencia: Calma o tranquilidad para esperar.
5. Benignidad: Gracia, ternura y compasión ante los demás.
6. Bondad: Inclinación a hacer el bien, comportamiento virtuoso.
7. Fe: La creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad de aquello en lo que se cree.
8. Mansedumbre: Docilidad y suavidad que se muestra en el carácter o se manifiesta en el trato.
9. Templanza: Cualidad humana que induce a usar o hacer las cosas con moderación
Estos dones el Señor nos lo envió a nosotros para que los pongamos en práctica en nuestro diario vivir, en los trabajos, estudios y en todo lo que hagamos y con las personas que convivamos.
Es en medio de cualquier situación de estrés, ansiedad, problema o conflicto que tenga buscar en el Señor la respuesta y poner en práctica lo que él nos da en este caso poner en práctica los frutos.
¿Qué significa Frutos?
El fruto es el producto de una planta o árbol que sirve como alimento.
Existe un dicho que dice ¨Lo que siembras eso cosechas¨ Si sembramos un árbol de naranja el producto será naranjas, si sembramos manzanas obtendremos manzanas, entonces hablando de frutos y poniéndolo en el contexto de frutos de Espíritu Santo, lo que sembremos a nuestro prójimo eso cosecharemos nosotros entonces si nosotros sembramos estos frutos cosecharemos lo mismo.
No nos cansemos de sembrar en los demás estos frutos para recogerlos en nuestra vida.
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