Oremos el Padre Nuestro
Si alguien le pide recitar de memoria el Padre Nuestro, ¿lo
podría usted decir completo?
La memorización es una muy buena práctica, pero aún mejor es
la meditación y con esta publicación me gustaría que sea motivado a meditar en
cada una de las partes que componen el Padre nuestro. Esta oración se encuentra
en la Biblia en Mateo 6: 9-13 y Lucas 11: 2-4, y es la respuesta de Jesús a sus
discípulos cuando ellos le piden que les enseñe a orar. Por lo tanto esto es un
buen modelo para dirigir nuestras plegarias a Dios.
Para iniciar Jesús nos indica:
“9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los
cielos,”
Lo importante de este primer punto
es saber que tenemos en el cielo un Padre que nos ama, que quiere lo mejor para
nosotros sus hijos y que podamos comprender la magnitud de un amor incondicional
que a pesar de nuestros fallos y faltas permanece siempre fiel.
“santificado
sea tu nombre.”
Para nosotros el nombre de Dios
nuestro padre es santo y debe estar siempre presente por encima de todas las
demás cosas.
“10 Venga
tu reino.”
Se ha preguntado
alguna vez ¿cómo sería el mundo si el reino de Dios estuviera establecido al
100% en la tierra? Si las personas tuvieran el amor de Dios en sus corazones y
lo expresaran a los que los rodean sin duda alguna el mundo sería un mejor
lugar sin muerte, ni tristeza, ni llanto ni dolor (Apocalipsis 21: 4).
“Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
La Biblia dice que la voluntad de Dios para con las personas es buena, agradable, y perfecta (Romanos 12: 2). Muchas veces queremos hacer nuestra propia voluntad porque creemos que sabemos bien qué conviene y qué no, pero una buena práctica es someternos en obediencia a Dios y para que como Él gobierna en el cielo, así también sea hecho en la tierra.
“11 El pan nuestro de cada
día, dánoslo hoy.”
Dios es quien nos da todo lo que tenemos y cuando
comprendemos que todo viene de Él, nuestra perspectiva de las posesiones y
bienes materiales cambia por completo. Dependemos totalmente de Dios para que
nos dé la fuerza para trabajar y llevar el sustento a nuestros hogares. Es por
medio de la gracia y misericordia de Dios que el fruto de nuestro trabajo nos
permite tener comida, vestimenta, y otros bienes. Este verso nos recuerda que
todo proviene de Él.
“12 Y
perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores.”
Debemos comprender también que estamos en deuda con
Dios y nunca vamos a pagar todo lo que Él hace por nosotros y como nos bendice
diariamente, por eso nuestra actitud y comportamiento hacia los demás debe ser
también misericordioso y perdonador. Así reflejaremos a los demás el carácter
de Cristo.
“13 Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal;”
Este verso nos
recuerda que somos débiles y propensos a caer en tentación, pero Dios es
poderoso para liberarnos del mal si así lo deseamos (1 Corintios 10: 13).
“porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos
los siglos. Amén.”
Finalmente se nos explica que Dios es poderoso y que la gloria debe ser dada solamente a Él que reina sobre todo y sobre todos. Así siempre ha sido y seguirá siendo por toda la eternidad.
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